UN PSICÓPATA CON COMPLEJOS DE ESCRITOR - Parte III: Jaque mate al rey

 


¡Querido Diario!

Lo prometido es deuda.

Pasaron muchos días para que pudiera lograr el jaque mate al rey. Fue algo sencillo y similar como “el mate del pastor”. La única diferencia es que yo actue sólo con peones.

Con la ayuda de mi amigo Santa logré desestabilizar todo el hospital. Los dementes siguieron mis órdenes de arremeter contra los enfermeros.

Mis hombres se las ingeniaron para armarse con fragmentos de materas, sillas y demás objetos que pudieran cumplir la función de un objeto corto punzante: perforar la carne.

El doctor siempre se iba del hospital a las once y treinta minutos de la mañana. El caos inició media hora antes.
El principal objetivo del alboroto era asesinarlo con mis propias manos.

El último enfermero realizó su turno a las diez de la mañana. Después de que se marchara, salí de mi dormitorio con la ayuda de un pedazo de alambre.

Me dirigí hacia los demás dormitorios del tercer piso y les dejé la puerta entreabierta. Adentro hablé con su respectivo huésped y no hubo alguno que se negara.

Así pasó con el segundo y primer piso; todos querían colaborar con mi causa.
Las cámaras internas las observaba el doctor y los guardas de seguridad monitoreaban las cámaras externas.

Los enfermeros estaban descansando dentro del auditorio. Algunos se distraían jugando a las cartas.

Pasé desapercibido por todo el lugar e ingresé cuidadosamente en la oficina de la secretaria. Al lado se escuchaban unos gemidos de placer.

El doctor estaba ocupado, cogiendose a su asistente personal.

Ella, una hermosa mujer rubia de treinta y tantos años que me hizo recordar a Julia. Se parecían mucho en lo físico.

Sentí nostalgia, pero tuve que contenerme.
Cuando fueron las once, hice sonar la alarma de incendio. Ésta era la señal de nuestro ataque.

Abandoné la oficina de la secretaria e ingresé en su oficina con una tijera puntiaguda en la mano izquierda, a la vez que los locos del primer piso arremetieron contra la infraestructura del hospital.

Los dos amantes se bajaron del escritorio y se vistieron rápidamente.

Cerré la puerta y le pasé el seguro para que no nos interrumpieran. El viejo y la puta temblaron al verme.

Me acerqué a ellos lentamente, sin desviar mi mirada de los dos. La mujer estaba delante del escritorio y el doctor se ubicó detrás, buscando algo dentro de las gavetas.

Sus manos temblaban del Parkinson.

Ella comenzó a llorar y a gritar como una loca. Dejé que se escapara; igual, nunca planee matarla porque era la primera vez que la veía.

Antes de que él sacara el revólver, le atravesé la tijera en su ojo derecho.
Lo sujeté del cabello con mi mano derecha y lo empujé contra el escritorio varias veces hasta que el viejo quedó inconsciente.

Con el revólver le volé los sesos, gastando los seis cartuchos.

La sangre se mezcló con los fluidos vaginales de la secretaria y con su propio semen. Al final, esa viscosidad asquerosa se volvió anaranjada.

Por suerte, los disparos no destruyeron el computador portátil.
Encima del cadáver lo hice funcionar para ver la pelea que se estaba desarrollando afuera.

Había muchos heridos de nuestro bando pero igualmente los superábamos en número. Los enfermeros se defendían con bastones tonfa.

Cansados de luchar y al ver su derrota inminente, intentaron rendirse. Los dementes no respetaron sus vidas.

A la mujer la capturaron cinco hombres y en un dormitorio la violaron. Su cuerpo esbelto terminó deforme debido a la golpiza que recibió y luego la mataron.


Son las once y quince de la mañana. Se oyen las bocinas de los vehículos policíacos a lo lejos. En menos de diez minutos estarán aquí.

Estoy escribiendo esto en una hoja de block arrugada que saqué de la papelera.
Santa me dijo lo siguiente: “Hoy es tu último día, disfrútalo”.

El sueño de cualquier guerrero es morir en batalla; así que comandaré mi ejército y los guiaré a otra batalla sin precedentes.
La revolución está cerca.

Por cierto, pude averiguar la fecha y hoy es 20 de Abril del 2018.

“Tres años no son nada en comparación con la eternidad que voy a durar como leyenda”

Atentamente: Robin Siniestro

Comentarios

  1. Éste ha sido el final de la saga de "UN PSICÓPATA CON COMPLEJOS DE ESCRITOR"

    El 1 de Febrero se viene otra historia más...

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