EL VISITANTE NOCTURNO - Relato N°1, Parte l

Desde hace un mes, me he estado despertando a las dos de la madrugada. A veces con dos o tres minutos de anticipación.

Enseguida el miedo se apodera de mí.

La temperatura disminuye, se escuchan pasos en la sala y veo una sombra inquieta por el pequeño espacio que hay debajo de la puerta.

No sé qué es lo que ocurre detrás de ella y no me atrevo a abrirla porque soy un cobarde.

Vivo solo en el apartamento. La única compañía que tengo es un gato persa, pero no se ha vuelto a aparecer desde que comenzaron a asustarme.

Cuando ésto sucede, me cubro completamente con las sábanas y así se me pasa el temor.

Por lo general, el tema sólo se quedaba en los pasos escuchados y en la sombra que se trasladaba de aquí para allá. Media hora después y la situación volvía a la normalidad.

Ésta noche ha sido diferente, han tocado la puerta de mi dormitorio con cierto descaro.

Primero fueron tres golpes impetuosos que tardaron alrededor de cinco segundos cada uno. Los ecos se multiplicaron dentro de mi cabeza.

Luego, el silencio cubrió toda la casa. Me aterraba que no se escuchara nada por fuera.

Como no era la primera vez que sucedía, hube programado el despertador a las dos y treinta.

Al sonar el aparato ruidoso, la tranquilidad y mi alma regresaban juntas al cuerpo.

Cerré los ojos con la convicción de querer descansar. De repente, sacudieron la cama bruscamente y la arrastraron con fuerza hasta quedar pegada a la puerta de la habitación.

Mi corazón latía a mil por hora.

Aún debajo de las sábanas, intenté pasarle el seguro a la puerta. Por desgracia, ya se encontraba abierta.