EL HOMBRE SOMBRA


No es la primera vez que me sucede y creo que tampoco será la última.

Al principio lo asociaba a una pesadilla, ya que no podía reaccionar de inmediato y siempre me despertaba de un sobresalto.

Luego me dí de cuenta que estaba equivocado.

A pesar de no tener el control total de mi cuerpo, podía mover los ojos.


La ciencia médica lo denomina “la parálisis del sueño”.

Es un fenómeno que se desarrolla entre el estado de vigilia y el sueño.

Unos estudios demostraron que todos los seres humanos tenemos alucinaciones cuando estamos en un periodo del sueño, en el cual recreamos imágenes en nuestro cerebro.

Si en ese momento nos despertamos, podremos mezclar la realidad con las ilusiones.


Siempre que me pasa ésto, veo al hombre sombra parado cerca de mi cama.

Él es demasiado alto y su silueta se distorsiona a veces. Trae consigo un enorme sombrero negro sobre la cabeza.

Aquel ser sólo se dedica a observarme mientras estoy inmóvil y después desaparece de mi campo visual, cuando vuelvo a la normalidad.

Me generaba mucho pavor su mirada malévola.

No sé por qué se obsesionó conmigo.
Nunca podré olvidar lo que me sucedió hace tres días:

“Me hallaba durmiendo de medio lado. Abrí los ojos y la parálisis tomó el control de mi cuerpo. No veía nada porque la habitación se mantenía oscura”.

“Pude sentir la presencia detrás”.

“Él se subió a la cama y me abrazó. Su respiración putrefacta me rozaba el cuello bruscamente. El pánico hizo posible que yo saliera corriendo fuera del dormitorio”.

“Desde entonces, no he vuelto a dormir”.

Consumo fármacos para seguir despierto. Es que tengo miedo de perder la batalla contra el sueño y sé que la próxima vez ocurrirá algo malo.

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